
Tiene como objetivo obtener individuos
adultos. Se presenta como una moderna técnica de reproducción
asexuada asistida. Es decir, aparece como una alternativa a personas
que no pueden tener hijos de manera sexuada (ausencia de gametos,
solteros, parejas del mismo sexo), y que no aceptan tener hijos
con dotación genética parcial o totalmente distinta
de la suya.
CLONACIÓN REPRODUCTIVA
La
clonación reproductiva tiene como fin la obtención
de individuos adultos. Como ya hemos explicado, la clonación
reproductiva ya se ha experimentado con éxito en diversos
mamíferos. La clonación reproductiva en humanos ha
suscitado un fuerte rechazo por parte de casi la totalidad de la
comunidad científica y las Instituciones en el mundo. Sólo
algunos científicos (Dr. Davos en EEUU y el Dr. Antinori
en Italia) se han mostrado partidarios de obtener seres humanos
adultos por clonación, a pesar de las duras críticas
recibidas desde todos los ámbitos. Del mismo modo en EEUU
una secta, liderada por Rael, se han mostrado interesados en la
clonación de ‘el mesías’, niño de
10 meses muerto y crioconservado hace años, y afirman haber
recaudado ya suficientes fondos para empezar a clonar un ser humano.
Dejando a parte lo que muchos consideran delirios de algunos científicos
chiflados, la clonación de seres humanos, de hecho, ha existido
desde tiempos inmemoriales. Me refiero a la clonación por
GEMELACION natural, y que da lugar
a dos individuos genética, inmunológica e incluso
externamente iguales: son los gemelos monocigóticos. Los
gemelos monocigóticos surgen de la división del embrión
en sus estadios iniciales, cuando todavía las células
de ese embrión son TOTIpotenciales. Del embrión fruto
de la fecundación del óvulo por el espermatozoide,
se escinde en algún momento de su desarrollo más temprano,
alguna o algunas células que darán lugar al embrión
gemelo. Ambos embriones, ambos recién nacidos son clones.
Volviendo al debate sobre la clonación artificial humana
con fines reproductivos, diversos autores han sugerido diferentes
objeciones tanto prácticas como éticas claras:
1. Objeciones prácticas:
Bajo porcentaje de éxitos. La oveja Dolly fue la única
oveja adulta que se consiguió después de 277 intentos.
La técnica antes descrita se realizó 277 veces, y
se consiguieron 29 embriones(clonados). Muchos de esos embriones
no se desarrollaban en el cultivo correctamente, otros si lo hicieron
y fueron transferidos a úteros de ovejas. Sólo unos
pocos de esos embriones se implantaron. Algunos llegaron a nacer
pero la mayoría murieron en las primeras horas de vida. Sólo
una oveja sobrevivió: Dolly. Si Dolly hubiera seguido la
suerte del resto de los embriones compañeros de investigación,
la clonación probablemente hoy seguiría siendo ciencia-ficción.
Alto número de óvulos requerido. Se necesitaron 277
óvulos para conseguir una oveja clonada. Si esto lo trasladamos
al ser humano, nos encontramos con un obstáculo importante:
los óvulos humanos son un bien escaso. Se calcula que una
mujer produce unos 450 óvulos maduros a lo largo de su vida
fértil. Si a esto le sumamos las complejas, incómodas
e incluso no exentas de riesgo técnicas para la obtención
de óvulos de mujer (tratamiento hormonal de inducción
de maduración de óvulos, técnicas de paracentesis
(punción intraabdominal y aspiración de los óvulos
maduros del ovario)), nos damos cuenta de que el proyecto de clonar
un ser humano presenta objetivos obstáculos. ‘Por ello
dos importantes empresas de Biotecnología, BioTransplant
& Stem Cell Sciences, estiman que este problema podría
resolverse utilizando óvulos de animales, especialmente cerdos,
filogenéticamente muy cercanos a los seres humanos. Ya en
1998, científicos de Advanced Cell Technology comunicaron
que habían clonado óvulos de vacas con material genético
humano, consiguiendo un embrión que se dejó vivir
solamente unos días. Basándose en esas experiencias,
Stem Cell Sciencies comunicó en noviembre 2000 que había
realizado un experimento similar, pero utilizando óvulos
de ratones. Para tratar de justificar éticamente su experimento,
la empresa afirmó que los óvulos de ratones no aportaban
material genético al híbrido, cosa no totalmente cierta,
pues el 3-4% del material genético de nuevo ser proviene
del ADN mitocondrial suministrado por los óvulos’.
2.Objeciones éticas:
Derecho a un padre y una madre (el clonado tendría un “gemelo
artificial” del que procede, y una madre de alquiler)
Ser querido por sí mismo y no para conseguir un fin, como
emular o reemplazar a alguien. En este sentido tenemos el caso de
la secta de los Raelianos que pretenden clonar a un niño,
muerto a los 10 meses de edad hace una década, y que entienden
que es el ‘mesías’.
Posibilidad de alteraciones o enfermedades en los clones (daño
genético). Este es uno de los puntos que más revuelo
ha suscitado en los círculos científicos y en la opinión
pública. Hemos podido comprobar como científicos de
prestigio han sido tajantes a la hora de condenar la clonación
reproductiva: Ian Wilmut, creador de la oveja Dolly afirmaba en
su comparecencia en el Foro sobre Clonación, que tuvo lugar
en el Congreso de los Estados Unidos en abril de 2001, y que reunió
a los expertos en clonación de Estados Unidos y parte de
Europa: “El proceso de clonación animal provoca fallos
en el desarrollo gestacional y neonatal. […] En el mejor de los
casos, un pequeño porcentaje de los embriones creados por
trasferencia nuclear (clonados), sobrevivirán al nacimiento,
y de esos muchos morirán en el periodo neonatal. No hay razones
para pensar que será distinto en humanos”. Del mismo
modo, Keith Campbell, principal colaborador de Wilmut en las investigaciones
sobre clonación declara: “Preferiríamos que
nadie lo intentara nunca. Si la acometen, y con seguridad sucederá
algún día, sería cruel no desear buena suerte
a todos los que participen en esa tarea, mas la perspectiva de la
clonación humana nos suscita graves recelos”.
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